Dhammapada: enseñanzas de Buda


Uno de los libros más respetados de la tradición budista es el llamado Dhammapada, «afirmaciones de principios», una popular recopilación de dichos en el viaje hacia la paz interior extraída de los discursos atribuidos a Gautama Buda, que vivió hacia 500 a. C. La leyenda dice que Gautama consiguió su propia paz perfecta, y también que pasó cuarenta y nueve años viajando de un lado a otro enseñando a los demás cómo obtener la serenidad y la libertad interior.

El Dhammapada es uno de los clásicos más antiguos y queridos de los inicios del budismo. Del antiguo canon pali, uno de los grandes cuerpos de la literatura budista primigenia, se extrae una antología de las afirmaciones de las enseñanzas de Buda (que es lo que significa el título). El texto original se compone de cuatrocientos veintitrés aforismos agrupados en veintiséis capítulos. El Dhammapada, conocido por su simplicidad y su legibilidad, es seguramente la mejor cartilla del budismo básico que pueda encontrarse.

Según la tradición budista, en la época de Buda había más de sesenta filosofías diferentes, seis de las cuales, por lo menos, eran relativamente destacadas y bien conocidas. Aunque se dirigía a los ascetas de los bosques y a los habitantes de los pueblos así como a los nobles, los grandes y los sacerdotes en unos términos corrientes para la cultura de su tiempo, Buda no aceptaba la autoridad de la tradición ni se adscribía a ninguno de los puntos de vista especulativos de la nueva era. Al definir nuevamente los conceptos nucleares de la ética y de la espiritualidad, Buda dio origen a una enseñanza única que no fue simplemente una consecuencia de su medio cultural, ni tampoco una anomalía o una contracultura aislada.

Buda no enseñó mediante el dogma y el ritual, negando que éstos condujeran a la liberación y la iluminación. Repudió el antiguo sistema ario de castas, que se había originado en un pasado lejano como instrumento de la división del trabajo pero que se había convertido en sistema opresivo bajo el posterior imperialismo ario. Buda abandonó también el ceremonialismo con apariencia culta del antiguo sacerdocio dando de lado al hierático y arcano lenguaje de los sacerdotes brahmanes, habló a las gentes de toda condición en su propio lenguaje.

El avance individual de Buda en la ya compleja praxis y psicología del yoga, sin paralelismo incluso en semejante ambiente de intenso esfuerzo espiritual, es uno de sus más grandes logros. Se sabe que grupos enteros de yoguis y ascetas abandonaron sus propias observancias ocultas y pasaron a ser discípulos budistas en masa, atraídos por la calma perfecta y la claridad del camino de Buda.

Estos textos que reproducimos en Anima Mundo abren el Dhammapada, obra en la que invitamos a adentrarse incluso sin especial interés por la doctrina budista, ya que su raíz conecta con la gran sabiduría común a toda la humanidad, si bien hay que admitir su posterior desarrollo siguió por derroteros propios que no a todos tienen por qué convencer.


1. Todo tiene su espíritu en la guía, tiene espíritu en la vanguardia, está hecho por el espíritu. Si se habla o se actúa con espíritu corrupto, se seguirá la miseria, como la rueda del carro sigue las pezuñas del buey.

2. Todo tiene su espíritu en la guía, tiene espíritu en la vanguardia, está hecho por el espíritu. Si se habla o se actúa con espíritu puro, se seguirá la felicidad como sombra que nunca abandona.

3. «Me injurió; me hirió; me derrotó; me despojó.» En los que albergan tales rencores, nunca cesa el odio.

4. «Me injurió; me hirió; me derrotó; me despojó.» En los que no albergan tales rencores, termina por desaparecer el odio.

5. Los odios nunca cesan en este mundo por odiar sino por no odiar; esta es una verdad eterna.

6. Otros no saben que debemos partir de aquí, pero para los que lo saben, a partir de ahí cesa la contención.

7. El que vive como si las cosas del mundo fueran puras, con los sentidos desprevenidos e inmoderado el apetito, perezoso y débil, se verá sobrepasado por la afección maligna, como un árbol débil es derribado por el viento.

8. El que vive como si las cosas del mundo fueran impuras, con los sentidos prevenidos y el apetito moderado, fiel y diligente, no se verá desbordado por la afección maligna, como roca de montaña a la que no agita el viento.

9. El que lleva la túnica azafrán sin estar libre de impurezas carece de control sobre sí y no es genuino, sin merecer por tanto la túnica azafrán.

10. El que ha vomitado toda la porquería y se concentra en las prácticas morales posee control de sí y es genuino, mereciendo por tanto la túnica azafrán.

11. Los que creen que lo irreal es real y ven lo real como irreal, no alcanzan lo real, quedándose en el reino del pensamiento engañoso.

12. Los que saben que lo real es real y ven lo irreal como irreal llegan a lo real, quedándose en el reino del pensamiento preciso.

13. Así como la lluvia se cuela en una casa pobremente techada, así invade la pasión el espíritu sin cultivar.

14. Así como la lluvia no se cuela en la casa bien techada, la pasión no invade el espíritu cultivado.

15. El que hace el mal, pena en este mundo y tras la muerte, afligido en ambos. Viendo la contaminación de las propias acciones, se ve atormentado por la pena y la aflicción.

16. El que hace el bien, es feliz en este mundo y tras la muerte, feliz en ambos. Viendo la pureza de las propias acciones, se es feliz, alegre al máximo.

17. El que hace el mal sufre de remordimientos en este mundo y tras la muerte, sufriendo la culpa en ambos. Se sufre de remordimientos sabiendo que se ha hecho el mal, y se sufre incluso más cuando se pasa a un estado de desgracia.

18. El que hace el bien se regocija en este mundo y tras la muerte, alegre en ambos. Se regocija sabiendo que se ha hecho el bien, y se regocija incluso más cuando se pasa a un estado de felicidad.

19. Por mucho que alguien hable de lo que es beneficioso, si no lo pone en práctica, es negligente, como un pastor que cuenta los rebaños de otros; uno no tiene participación en la espiritualidad.

20. Si alguien habla poco de lo que es beneficioso, el que actúa con la verdad es auténtico; habiendo abandonado la lujuria, el resentimiento y los disparates, provisto de una adecuada visión interior, con el espíritu liberado, desprendido de este mundo o del próximo, tiene participación en la espiritualidad.

(Libro publicado por la Editorial Debate)

________________


Anima Mundi es un blog cuya pretensión es la de invitar a los lectores  del siglo XXI a conocer la tradición espiritual que ha nutrido a la humanidad desde que se tiene noticia. Recogemos textos de todos los tiempos y de todas las culturas cuyo nexo común es el de abrirse a la trascendencia, pues existe una corriente que hermana a las distintas religiones, más allá de sus diferencias aparentes.


ESTUDIOS

*
*
*
*


FUENTES

*
*
*
*
*
*
*
*
*
*
*
*
*
*
*